El arroz largo integral conserva la capa de salvado que contiene el germen, lo que le confiere un color moreno claro. Tiene un mayor valor nutritivo que el arroz blanco, pues esta capa de salvado es muy rica en vitaminas del grupo B, vitamina D, magnesio, calcio, potasio, hierro y fibra. El salvado hace que también se digiera más despacio y que produzca una mayor sensación de saciedad. Su índice glucémico es más bajo que el del arroz largo blanco.
Se recomienda lavarlo bien antes de cocinarlo y, si es posible, dejarlo unas 4 horas antes en remojo. Se puede cocinar en exceso de agua, en olla destapada y a fuego medio-alto unos 25 a 30 minutos. O bien, con tres partes de agua por cada una de arroz bajando el fuego mínimo durante unos 35 minutos, en olla destapada, y dejándolo reposar 10 minutos más con la olla bien tapada para que se termine de hacer en su propio vapor. La textura debe quedar crujiente, pero si ha quedado algo duro, se puede volver a tapar y dejar otros 5 minutos más.
Recomendado para guisos, salteados, ensaladas, guarniciones, platos con legumbres y platos con verduras. El arroz largo integral es de cultivo ecológico.