Cualquier convocatoria festiva que tenga como escenario la vía pública tendrá que finalizar, por ejemplo, antes de las 2 de la madrugada, excepto en San Juan y la Feria de Julio, fiestas durante las que podrá durar hasta las 3 de la madrugada, y las Fallas, en que el límite se ha estipulado en las cuatro de la madrugada.
Las procesiones merecen comentario aparte. Así, las de Semana Santa u otras como las de San Vicente, el Corpus, la Virgen de los Desamparados, etc., también se verán afectadas por esta nueva ordenanza. Los cirios, de haberlos, deberán ir protegidos de forma que la cera hirviente no caiga al pavimento. Además, se deberá pedir autorización municipal previa para su celebración, que será necesaria también para cualquier tipo de cabalgata, pasacalles o desfiles de cualquier tipo.
Queda prohibido desde ahora cocinar en zonas ajardinadas y en el pavimento se podrá sólo si se hace sobre una capa de arena de al menos 20 centímetros de espesor.
Cuando se pueda prever una asistencia de más de 500 personas, será obligatorio colocar dos excusados químicos (WC portátiles) y uno para minusválidos y, en cualquier caso, se tendrá que designar un responsable del festejo que pueda hacerse cargo ante cualquier imprevisto.
Con estas medidas y otras que forman parte de la nueva ordenanza, el ayuntamiento de Valencia pretende controlar hasta el mínimo detalle toda actividad que se produzca en la calle, con sanciones que pueden llegar a los 3.000 euros.