Rafael Solaz A finales del siglo XIX y principios del XX las playas del Cabanyal estaban repletas de escenas costumbristas repetidas a lo largo de muchos años. Junto a los bañistas aparecían una serie de vendedores ambulantes ofreciendo diversos manjares, como cacahuetes, altramuces, cocotets (pasteles de pescado) habas hervidas, tortas, dulces caseros y aguadores con cántaro y vaso.
Las familias portaban la comida en sus cestas de mimbre. A mediodía salía la repleta cazuela del fondo de la canasta para llenar el estómago de la familia que se sentaba, a la forma árabe, alrededor de los platos colocados sobre una rústica tela.
Las familias portaban la comida en sus cestas de mimbre. A mediodía salía la repleta cazuela del fondo de la canasta para llenar el estómago de la familia que se sentaba, a la forma árabe, alrededor de los platos colocados sobre una rústica tela. En otras ocasiones, era la paella de arroz con pescado, plato cocinado no muy lejos del lugar, en improvisadas brasas. Las botellas de vino se habían apurado de tal forma que, junto a la copiosa comida, hacían surgir más de una becadeta a la sombra de un cañizo. Las olas del mar cantaban nanas y la arena se convertía en el arrullo del estío.
Aparecieron casas de baños flotantes: La Perla, La Rosa del Turia, La Estrella, junto a las populares barraquetes instaladas frente al mar, con formas caprichosas y grotescas.
Aparecieron casas de baños flotantes: La Perla, La Rosa del Turia, La Estrella, junto a las populares barraquetesinstaladas frente al mar, con formas caprichosas y grotescas. Éstas aumentaron y surgieron títulos evocadores comoRosaura, El Globo, La Gloria, La Esfera, El Avión, La Mariblanca, La Palma, La Estrella, El Sol, La Luna, Florida, La Monkilí o La Valenciana. Se podía ver la barraqueta de Miguel Llácer que ostentaba en lo alto una campana y veleta, o la de Vicente Polit que tenía arriba de su entrada un gran escudo de Valencia. Existían registradas como casas debaños de mar alrededor de cincuenta, permaneciendo en el recuerdo los Blanch, Blat, Castelló, Carbonell, Casanova, Gallart, Fortuna, Guillo, Sebastiá, Cerera, Asia, Monfort, Palmer, Polit, Trilles, Senent, Yerbes, o Zarranz. Después aparecieron restaurantes situados en el lugar que ocuparon viejos merenderos y algunos hasta conservaron sus antiguos rótulos: Miramar, El Pescado, Vilella, La Marcelina, La Pepica, L’Estimat, Polit, La Rosa, Tres Cepas, Hostal Chicote, Genaro y tantos otros cuyos títulos en la actualidad forman parte de los restaurantes situados en el Paseo de Neptuno.
Miramar, El Pescado, Vilella, La Marcelina, La Pepica, L’Estimat, Polit, La Rosa, Tres Cepas, Hostal Chicote, Genaro y tantos otros cuyos títulos en la actualidad forman parte de los restaurantes situados en el Paseo de Neptuno.
Aromas de paella, entre humo de salitre y mar, sillas de enea, mesas desmontables y cañizo. Añoranzas de cazuela con macarrones, conejo con tomate frito, capellanets i clotxines al vapor, todo regado con zarza y limonada. Apetito de recuerdos atrapados por las olas de un sueño.
A.P.R.S.= Archivo Privado de Rafael Solaz