Amar la Paella es conocer su cultura. Cómo se cultiva el arroz, cómo se cocina, cómo se comparte, cómo se disfruta.
La fue declarada Parque Natural en 1986, y desde 1989 está reconocida como “Humedal de importancia Internacional”.
Se trata del lago más grande de España y una de las zonas húmedas más importantes de la península ibérica. Un paraje de gran interés ecológico en el que hibernan especies únicas de aves acuáticas. Sus ricas aguas han servido tradicionalmente de sustento a pescadores y cultivadores de arroz, dando origen a una rica cultura gastronómica.
Gran parte de la Albufera la ocupa la marjal. Hablar de la marjal es hablar de los campos de arroz; 14.100 hectáreas del Parque Natural de La Albufera sirven para este cultivo. Terrenos de cultivo, caminos, canales y acequias alcanzan un 70% de la superficie total del área protegida. El cambiante paisaje de La Albufera a lo largo del año se debe en gran parte a las variaciones en los arrozales: verdes en verano, azules en invierno y marrones en las fases en que la tierra queda al descubierto.
La mayor parte de los arrozales son terrenos ganados a La Albufera a lo largo de muchos años. Estas parcelas reciben el nombre de Tancat.
El suelo del campo se elevaba añadiendo más tierra fangosa sacada de algún lugar poco profundo del lago hasta nivelarlo con los campos vecinos. Previamente se construía un pequeño dique alrededor de la parcela. Todo este duro trabajo se hacía con barcas, azadas, capazos de esparto y mucho esfuerzo.
Una vez aislado el Tancat, ya era posible controlar el nivel del agua dentro de él mediante la utilización de bombas mecánicas, que en un principio estaban accionadas por motores de vapor. Como prueba de ese pasado, podemos observar las chimeneas de ladrillo que todavía se conservan en algunos antiguos motores. Actualmente la mayoría de los motores son eléctricos y el control del agua está automatizado.
Además de los Tancats que se riegan con agua del l’Albufera, están los arrozales de las tierras altas (la marjal alta) que se riegan con agua procedente de los ríos Turia y Júcar. En todos ellos el riego se efectúa de modo colectivo dependiendo de las necesidades del arroz.
En estos terrenos privilegiados se cultiva desde generaciones el mejor arroz para la elaboración de la ya famosa Paella y demás recetas de arroces valencianos.
Toda esta cultura agrícola se ha protegido y transmitido celosamente de padres a hijos hasta la actualidad. Incluso mejorando el cuidado del medio ambiente y la preservación del entorno natural.
Tras la declaración de La Albufera como Parque Natural se aplican una serie de medidas encaminadas a minimizar el posible impacto negativo que pueda conllevar la actividad agrícola. Estas medidas establecen la necesidad de compatibilizar las actividades económicas tradicionales con la conservación de los ecosistemas naturales y sus valores ecológicos y culturales.
La albufera, es sin duda, un paraje privilegiado para el cultivo del arroz. Un gran lago de agua dulce al lado del Mar Mediterráneo. Con un clima suave y cálido. Además de su valor natural, es el símbolo de la cultura agrícola y gastronómica, de la tradición y el respeto por la naturaleza.
Es, posiblemente, la cuna del mejor arroz del mundo.